Si vas a viajar a Viena debes saber que es una ciudad llena de historia, cultura y sitios interesantes que no te puedes perder.
La capital de Austria está entre las más visitadas del continente y vamos a decirte por qué.
¿Por qué viajar a Viena?
Estamos ante una ciudad que no puede ocultar su glorioso pasado. Y que merece estar en Viena 3 días por lo menos para poder ver todo lo importante.
Comparte con Budapest esa misma sensación de ser capital de unos países que parecen quedárseles pequeños. La grandeza monumental de ambas nos hace pensar eso. Cultura, historia y la magnífica naturaleza que brilla en Austria son suficientes motivos como para visitarla.
Viena a veces parece una ciudad de cuento, pero no se ha dormido en los laureles ni en su esplendoroso pasado. Sigue teniendo una actividad cultural y económica enorme.
Las últimas tendencias también se pueden vivir en una ciudad que sigue estando entre las más importantes de Europa por todo lo que ofrece al visitante.
Es una ciudad muy relacionada con la música, la historia de Europa y un lugar espectacular para realizar compras.
¿Te vas a quedar sin visitarla? Tienes muchas cosas interesantes que ver desde luego.
Turismo en Viena y qué visitar
Viena es una urbe llena de edificios increíbles y zonas que son realmente bonitas.
Es una ciudad con una gran cantidad de sitios y monumentos que ver, por lo que deberás recorrerla durante varios días para aprovechar al máximo tu viaje.
Vamos con los sitios que no te puedes perder en un viaje a Viena:
Viena y sus lugares de interés
- Ringstrasse: Es la avenida de la ciudad y fue construida donde antiguamente estaba la antigua muralla. Podemos encontrar los edificios más conocidos de Viena.
- Ópera de Viena: Quizás es la ópera más conocida del mundo. Merece la pena visitar el teatro de la ópera y su grandioso interior. Te recomendamos verla por dentro con esta visita guiada.
- Parlamento de Austria: Se construyó en el siglo XIX en un apreciado estilo clásico y es el edificio más destacado de la Ringstrasse.
- Palacio Schönbrunn: Se construyó en el siglo XVII, sirviendo muchos años como casa de verano de la familia imperial de Viena. Para no perderse sus jardines y el evento de cena en el palacio con concierto puedes reservar aquí. Además, esta otra actividad: Concierto de Mozart y Strauss en Schönbrunn la puedes reservar en este enlace.
- Palacio Hofburg: Durante seis siglos fue la residencia de los Habsburgo. En el presente es el lugar que más se visita en Viena y destaca la entrada al tesoro imperial.
- Palacio Belvedere: Se construyó como casa de verano del Príncipe Eugenio de Saboya. Actualmente en él hay un museo de arte al que se puede entrar reservando la entrada y del interior del palacio no queda nada de su pasado.
- Prater: En toda guía de Viena debe aparecer este famoso parque de atracciones, el más antiguo del mundo. La noria es uno de los símbolos más destacados de Viena.
- Hundertwasserhaus: Un bloque de pisos que construyó Hundertwasser que para mucha gente es el “Gaudí austriaco”.
- Stadtpark: El parque favorito para los vieneses y los turistas que visitan Viena.
- Cripta Imperial de Viena: Aquí descansan los restos de la realiza del país. Están más de 150 sarcófagos, entre ellos el emperador Francisco José.
- Escuela Española de Equitación: Se creó en 1572, sus caballos son famosos en el mundo entero.
- Biblioteca Nacional de Austria: La construyó el Emperador Carlos VI en el siglo XVIII, una de las bibliotecas históricas más bellas del planeta.
- Casa de Mozart: En la calle Domgasse vivió el famoso compositor. Una casa que se puede visitar por dentro (tickets aquí).
- Torre del Danubio: La torre de 252 metros de altura desde la que ver la mayoría de Viena. Tiene un restaurante giratorio.
- Naschmarkt: El mercado más famoso de la ciudad y que lleva abierto desde el siglo XVI.
Iglesias
Lo mismo que monumentos o palacios, os edificios de carácter religioso en Viena son sitios que merece la pena visitar.
- Catedral de San Esteban: Está en el centro de la ciudad y es el principio y el fin de las visitas a la capital de Austria.
- Iglesia de San Pedro: El edificio que hay actualmente es del siglo XVIII, pero anteriormente hubo otra iglesia. Se parece a la Basílica de San Pedro en el Vaticano. Se organiza un espectacular concierto de música clásica en su interior.
- Iglesia de San Carlos Borromeo: Fue fruto de la promesa del Emperador Carlos VI que hizo la promesa de que cuando la ciudad se librase de la peste, cosa que sucedió en 1713, construiría esta iglesia.
- Iglesia Votiva: Tiene dos torres gemelas de 99 metros de altura. Es una de las construcciones sacras en estilo neogótico más importantes en el mundo.
Museos
Una ciudad con tanto pasado debía de tener unos museos a la altura y Viena los tiene.
- Museo de Historia del Arte: Es el museo que más se visita en Viena. Su gran catálogo lo merece porque es espectacular. Puedes comprar la entrada por Internet en este enlace.
- Museo Albertina: Grandes artistas como Picasso, Miró, Monet o Renoir tienen obras en uno de los museos de arte más conocidos del viejo continente. Te recomendamos reservar la entrada con antelación para evitar colas.
- Museo de Historia Natural: Se sitúa en el barrio de los museos y tiene exposiciones sobre la naturaleza y la historia del planeta.
Por cierto, no puedes irte sin visitar la Mozarthaus, donde la magia de Mozart te espera. Sumérgete en la historia con una audioguía que te llevará a través de la vida del compositor en Viena. Consigue tus tickets aquí: Tickets para la Mozarthaus con audioguía.
Consejos para tu viaje a Viena
Ahora te dejamos con unos consejos para viajar a Viena:
Estás en una ciudad que tiene más de un millón y medio de habitantes y que llega a superar los dos millones de habitantes en su área metropolitana.
Es probable que puedas ver a gente sin hogar, donde se incluyen los toxicómanos en zonas como Karlsplatz, Praterstern y Schewedenplatz. Aunque las pintas puedan llegar a intimidar, no son ningún problema por lo general con los turistas, pero es mejor que evites esas zonas, sobre todo en horario nocturno.
Se debe tener cuidado también con Stephansplatz, lugar donde puede haber carteristas por ser una zona bastante concurrida.
En el distrito 22 (Donaustadt) es posible que haya en la zona de Kagran algo más de posibilidad de conflictos, pero no es zona turística.
En algunas partes de la ciudad sobre todo los fines de semana, puede haber peleas entre pandillas juveniles, sobre todo si han consumido alcohol.
Como resumen, al viajar a Viena debes tener las mismas precauciones que en cualquier otro lugar del mundo.
Y para explorar Viena a tu propio ritmo, nada como el tour en autobús turístico con paradas libres. Descubre los rincones más emblemáticos de la ciudad sin preocuparte por el transporte. Adquiere tu pase aquí: Tour en autobús turístico.
Historia de Viena
Los primeros pobladores de la zona donde se ubica Viena fueron los Celtas en el siglo V a.C.
En el siglo I a.C. los romanos la incorporaron a su imperio, llamándola “ciudad blanca”. En ella murió el emperador Marco Aurelio.
Su situación en el Danubio, era el límite natural del imperio hacia el norte, siendo escenario de luchas con los pueblos germánicos.
La paz no llegó hasta el siglo V, cayendo en el poder de avaros. En el siglo VIII Panonia, como se llamaba en la época, cayó conquistada por Carlomagno que la agrega a su imperio.
Se encontraba entre dos economías fuertes como eran la de Venecia y Germania, una situación estratégica en la ruta del Danubio. Por eso, los Babenberg eran una familia poderosa que se fijaron en la zona.
La gran importancia de Viena comenzó al ser centro comercial de sal, cobre y planta entre Italia y Oriente. 1237 fue cuando la ciudad pasó a ser declarada ciudad imperial.
La familia Babenberg se extingue al morir sin descendencia Federico II el belicoso. En esta situación Ottokar II rey de Bohemia y Rodolfo I de Habsburgo se disputaron el trono de Austria, donde se impusieron los Habsburgo y comenzaron la historia de poder más larga en una dinastía de la historia europea, de 1278 a 1918.
En 1809 las tropas de Napoleón ocuparon Viena después derrotar a los austriacos en la batalla de Wagram.
Ya en 1813 Napoleón es derrotado y las potencias que quedan vencedoras convocaron el Congreso de Viena de 1815. Austria tuvo papel fundamental y logró mantener un gran poder en Europa.
Posteriormente, los reinos de Austria y Hungría pactaron su igualdad y Viena fue la capital de este nuevo Imperio. Después del compromiso, Viena continuó siendo el centro cultural de Europa y la capital política de un imperio que siguió expandiéndose hasta que llegó la I Guerra Mundial.
En 1873 Viena fue la ciudad sede de la Exposición Universal y en su conmemoración se construyó el Teatro de la Ópera.
Después de la Gran Guerra, Austria quedó dividida y arruinada, naciendo en 1919 la República de Austria con las dimensiones que tiene actualmente y Viena pasó a ser la gran capital de un estado pequeño.
Durante la II Guerra Mundial la destruyeron en buena parte. Después de la guerra quedó dividida en cuatro sectores gobernados por cada potencia vencedora.
En 1955 las cuatro potencias dejan la ciudad y Austria alcanza su independencia de manera definitiva, declarando entonces su neutralidad.
Esta neutralidad favoreció que Viena sea hoy en día es sede de muchas conferencias internacionales y numerosos organismos asociados a la ONU.
Actualmente vive de todo eso y del turismo Viena, fruto de su vasto patrimonio.
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