Viena es una ciudad que merece la pena visitar en cualquier época del año.
Lo que hay que tener claro, es que el tiempo en Viena va a influir sobre lo que se puede hacer y ver en la ciudad y lo que no.
Hay que ser previsor en cuanto a las condiciones climáticas de las cuatro estaciones.
Lo ideal es consultar un parte meteorológico que sea fiable y comprobar la información sobre lo que te interese.
El tiempo en Viena por estaciones
Vamos a comentarte el tiempo que suele hacer en cada una de las estaciones del año, para que cuando vayas puedas ir con todo preparado. A pesar de ello, no descartes algunas sorpresas.
Primavera
Pese a que la primavera empieza de forma oficial a finales de marzo, el clima es difícil de predecir en esta época del año.
Los agricultores de la zona tienen un dicho que traducido se podría decir como “Abril, abril, cambios mil”.
Esto habla de la primavera en general, donde se puede uno encontrar de todo, desde nevadas fuertes, temperaturas bajo cero, como en días sin lluvia o días veraniegos despejados.
Lo importante en estos días es poder adaptarte a los cambios. Hay que prepararse para cualquier clima.
En cuanto entra la primavera, la ciudad despierta con toda su energía y nos muestra toda su belleza.
Cada año, cuando llega la floración, Viena despierta del largo invierno y se llena de cerezos en flor, jardines muy cuidados que parecen de postal, etc.
Con la llegada de la primavera, Viena se llena de vida y color. Una excelente manera de explorar la ciudad durante esta estación es a través del tour en autobús turístico con paradas libres, (que puedes reservar aquí) permitiéndote disfrutar de la belleza de Viena en flor desde una perspectiva única.»
Viena en verano
En los meses de verano, la ciudad se llena de energía porque el tiempo en Viena es muy bueno. Se pueden alcanzar los 25 grados en los días soleados y de atardeceres muy largos.
Los veranos vieneses invitan a disfrutar al aire libre. Una actividad que nos gusta mucho es el Crucero panorámico por los canales con Strudel de manzana. Disfruta de la brisa veraniega mientras te deleitas con uno de los postres más emblemáticos de Austria.
Muchas veces el clima peca de húmedo, pero siempre sopla algo de brisa, que se agradece en verano, pero que es temible en invierno. La brisa hace que el verano sin lugar a dudas sea más llevadero.
Aunque hay algunas actividades culturales que paran en estos meses, como es el caso de la ópera, pero comienzas festivales y diversos eventos.
La oferta de ocio que se tiene en la isla del Danubio es casi interminable. Terrazas, cine de verano, heladerías, 50 piscinas públicas, etc.
Si tienes el deseo de practicar senderismo en los Alpes, hay que tener en cuenta que suele llover y puede que te sorprenda la tormenta en cualquier momento. Lo mejor es llevar siempre un paraguas.
Otoño
Aunque esta estación se caracteriza por volver a las temperaturas más frescas, pero también es curiosamente, uno de los periodos más secos en la ciudad.
Los días de sol, acompañados del aire fresco y pocas lluvias, hacen que sea la estación quizás más agradable para visitar la ciudad.
El otoño en Viena es sinónimo de música y cultura. Asiste a un concierto de música clásica en la Casa de Mozart para experimentar la riqueza cultural de Viena en una de las épocas más mágicas del año.»
Las extensas zonas verdes de la ciudad cambian de color y entran en escena los tonos dorados, naranjas y rojizos. Para sus habitantes es tiempo de cosecha. Pese a ser una ciudad, el otoño marca el comienzo de la cosecha de sus viñedos y hay varios festivales de tipo gastronómico que suelen celebrarlos.
A los habitantes de Viena les encanta el Sturm, un tipo de mosto que casi acaba de comenzar a fermentar. Vino de temporada por excelencia que puedes encontrarlo en restaurantes y superficies comerciales.
Aunque la temperatura en Viena puede llegar a ser muy fría en esta época del año, todavía se alejan de los niveles del crudo invierno. Aunque hace más frío, hay menos turistas, precios más baratos, clima más seco y vuelve la ópera y demás atracciones del extenso calendario cultural.
El clima de Viena en invierno
La estación con la que comienza cada año es la más largo. El tiempo en Viena en Diciembre es de mucho frío ya que llega a tener temperaturas bajo cero, cielos grises que no despejan y nevadas copiosas. Pese a todo, la ciudad se transforma en navidad en un paraíso invernal.
El ambiente de alegría que se vive dando un paseo por los mercadillos de Navidad, el vino caliente y los puestos artesanos tradicionales son preciosos.
En la ciudad y suburbios, hay muchas ofertas para disfrutar de esas fechas. Pistas de patinaje sobre hielo, instalaciones de curling y los senderos de esquí de fondo.
Puedes practicar esquí alpino, ya que estás solo a un día de Viena por carretera.
¿Qué ropa ponerse según el tiempo en Viena?
Con independencia de la fecha que elijamos para viajar, se debe llevar un buen chubasquero o calzado preparado para la lluvia.
Viena es una ciudad en la que hay precipitaciones uno de cada tres días de media.
De mayo a septiembre se puede ir algo más ligero, con ropa de entretiempo y verano, camisetas y chaquetas, pero mejor siempre tener algo para abrigarse.
Tanto las mañanas como las noches suelen ser muy frías, por lo que es necesario calzado cómodo siempre y en caso de visitar la ciudad en invierno, que sea grueso e impermeable.
La mejor época para visitar Viena
Antes hemos hablado de otoño como quizás la mejor época para visitar la ciudad.
En principio así debería ser, pero todas las estaciones tienen su encanto particular.
Lo que si ocurre es que en meses como Otoño, es cuando menos lluvias vamos a tener. La lluvia siempre molesta y mejor no tenerla como acompañante y si aparece que sea poco.
Consideraciones generales del clima de Viena
Como puedes haber visto, el tiempo en Viena es del todo menos estable, por lo que tenemos que ir con la idea de que quizás, vamos a tener un clima variado en nuestra estancia.
Hay que tomárselo con humor y estando bien preparado no debe importar para disfrutar de la ciudad como es debido.
Al estar acostumbrada a la nieve y las heladas, es una ciudad que está muy bien preparada para estas incidencias climatológicas, por lo que no debemos temer.
Además, Austria es un país de los más ricos del mundo y sus infraestructuras están muy bien adaptadas, por lo que el clima no supone mayor problema.